Mi primer torneo de ajedrez se realizo en la ciudad de Nueva esperanza. El local donde se realizaría el evento era muy amplio. Los participantes eran alrededor de ochenta jugadores. Me toco la mesa numero diez cuando me llamaron y me ubique muy cómodamente esperando a mi oponente. En aquel momento apenas sabia mover las piezas. Yo hubiera calculado que tenia unos mil de rating FIDE. Llamaron al sujeto con el que yo iba a jugar y a los quince minutos después de ordenar y llamar a todos por una lista empezamos a jugar. Yo iba con las piezas negras. Mi partida comenzó con: 1. e4, e5 2. Cf3, Cc6 3. Ac4, h6 4. Cc3, Ac5 5. d3, d6 6. Ae3, Axe3 7. fx3, Cf6 8. 0-0, 0-0 9. Cd5, Cxd5 10. Axd5, Cb4 11. Ab3,a5 12. a3, Cc6 13. d4, exd4 14. cxd4, cxd4 15. exd4, Te8 16. Axf7, Rh8 17. Axe8, Dxe8 18. Df3, b6 19. Df7, Dc6 20. Dg6, Ab7 21. Tf7, Tg8 22. c3, Dc4 23. Taf1, Dd3 24. Txg7, Txg7 25 Tf8+, Tg8 26. Dxg8#
Era evidente que yo era un principiante y lo que mas me gustaba aprender eran las aperturas: "Siciliana", "Gambito de rey", "Caro kan", "India de rey", etc. Quería ganar a toda costa pero mi nivel no me lo permitía. En la segunda ronda otra vez iba con las piezas negras. Mi juego comenzó asi: 1. e4, d5 2. Cf3, e6 3. Ce5, Ad6 4. d4, Axe5 5. dxe5, Ce7 6. exd5, Cxd5 7. Ac4, 0-0 8. 0-0, a6 9. Dh5, b5 10. Ad3, g6 11. Dh6, Cc6 12. Ag5, De8 13. Af6, Cf6 14. exf6, Ce7 15.Dg7#
En esta ultima partida también volví a perder. Mientras reflexionaba un poco acerca de la derrota y de la fuerza de mi rival, observe que en una de las mesas del fondo discutían dos personas. Era el jugador Roston contra Máximo. Roston que había jugado con las piezas negras acusaba a Máximo de hacer trampa. Para lo cual los jueces analizaron la partida que comenzó con: 1. d4, d6 2. c4, c6 3. Cf3, Cf6 4. Cc3, Ag4 5. g3, Dc7 6. Ag2, Cbd7 7. 0-0, 0-0 8. d5, c5 9. a3, h6 10. b4, Rb8 11. Cd2, e5 12. dxe6, fxe6 13. Cb5, Dc8 14. bxc5, Cxc5 15. Cb3, Ae7 16. Cxc5, dxc5 17. Af4, Ra8 18. Da4, a6 19. Dxa6#
Uno de los jueces, llamado Prospero el mas alto con barba y bigote dijo: "Definitivamente aquí no hay trampa", y el otro juez, llamado Agustín, calvo y de baja estatura, acoto: "Ciertamente, no hay trampa". Pero Roston insistía en que le habían jugado sucio y acto seguido se marcho del certamen diciendo: "Jamás participare de un torneo como este en el que los jueces son cómplices de la corrupción y de las trampas de sus jugadores favoritos como los de este sujeto llamado máximo euzquide".
Luego de pasado el hecho todos los participantes seguimos jugando de manera normal hasta que culminada la tercera ronda volvió a ver un altercado entre nada menos que el mismísimo maximo y un jugador llamado Jentille. Este ultimo denuncio ante el juez que maximo le estaba haciendo trampa. Cuando ambos jueces se apersonaron para analizar encontraron lo que sigue: 1.c3, c5 2. d3, Cc6 3.e4, d5 4. Cf3, dxe4 5. dxe4, Dxd1 6. Rxd1, Ag4 7. Rc2, Axf3 8. gxf3, 0-0-0 9. Ae3, b6 10.Tg1, Ce5 11. Cd2, Cf6 12. a4, a6 13. a5, Rb7 14. axb6, axb6 15. Aa6+, Rc7 16. Ab5, Ad6 17. Ta7+, Rb8 18. Tga1, Rc8 19. f4, Ced7 20. e5, Ab8 21. Aa6#
"Pues aquí no hay trampa", mencionaron los jueces al unísono. "Es una partida legítimamente limpia", agrego prospero. A los pocos minutos de haber culminado con el análisis se armo un bullicio en el salón y todos se acusaban entre si de haber hecho trampa. "¿Que paso aquí?, pareciera que todos se han contagiado con lo mismo como en una pandemia!!!!!" grito el juez Agustín. "Vamos, vamos, calma, tranquilícense todos, vuelvan a sus asientos", ordeno el juez prospero. Y ambos jueces iban apersonándose a cada mesa para analizar partida tras partida de los diferentes participantes.
Cuando terminaron la inspección ambos caballeros sentenciaron: "Aquí hasta ahora no hemos encontrado ninguna señal de trampas, así que por favor cálmense que el torneo se reanudara en unos minutos".
Todos nos miramos entre nosotros y no lo podíamos creer. No había ningún culpable. No podía ser verdad. Estábamos disconformes. Uno de los participantes se retiro del certamen y después todos lo seguimos. Uno a uno iban marchándose del salón hasta quedarse vacío. El único que se quedo fue máximo que había hecho tres puntos de tres.
A los jueces no les quedo de otra que premiar a Máximo, lo cual hizo levantar mas nuestras sospechas acerca del favoritismo que tenían a favor de el.
Al salir este ultimo, el tumulto se le acerco preguntándole: "Se sincero, hermano ¿Hiciste trampa o no?"
-No, no. Claro que no.
-A mi me pareció que me ganaste limpiamente.
-Ahora que lo pienso. A mi me pareció lo mismo. Eres un jugador fuerte.
-Lo ven, muchachos. Ahí están las pruebas. Las pruebas de estos caballeros hablan por si solas.
Todos los presentes asintieron con la cabeza reconociendo su error. Luego todos se pusieron a conversar entre ellos reconociendo unos que habían perdido bien y otros admirando la fuerza de los vencidos. Todos nos dimos cuenta que habíamos caído en la pandemia de la trampa. A los pocos minutos la turba allí reunida fueron dispersándose hasta que no quedo ninguno. Yo por mi parte prometí prepararme bien para mi próximo torneo porque no quería quedar entre los últimos.
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